Un libro, un manual formativo o cualquier tipo de publicación puede ser encuadernado. Este proceso de juntar hojas de papel o materiales parecidos para hacer la consulta de forma secuencial se remonta a periodos anteriores a la creación de la propia imprenta. Gracias a cada tipo de encuadernación podemos proteger, clasificar e, incluso, dotar de un valor estético a una obra.

Tipos de encuadernaciones

El crecimiento de la industria editorial, como consecuencia de los avances tecnológicos, influyó determinantemente en el proceso de elaboración del libro. Empezaron a usarse máquinas más complejas y materiales como tintas o barnices para encuadernar las diferentes obras. Actualmente, las encuadernaciones que encuentras son las siguientes:

Encuadernación rústica

Es conocida popularmente como encuadernación de tapa blanda. El objetivo pasa por coser o fresar y tapar el libro con una cubierta de papel bastante resistente.

Este tipo de encuadernación se puede realizar mediante dos procesos:

  • Rústica fresada (fresado sin coser). Procedimiento mediante el cual las hojas se pegan entre sí y, después, se pega (encola) a la cubierta mediante el lomo.
  • Cosido con hilo. Procedimiento donde se cosen las hojas entre sí, lo que ofrece mayor durabilidad. Después se encolan en la cubierta.

Este tipo de encuadernación se utiliza generalmente en libros (por ejemplo, novelas de tamaño bolsillo), revistas, catálogos, dosieres, etc.

Encuadernación en tapa dura o cartoné

La encuadernación en tapa dura o cartoné es similar a la encuadernación en rústica, pero en este tipo de encuadernación la cubierta es con cartón rígido. De este modo, la cubierta presenta un acabado más resistente y con una duración mayor. Proporcionando un acabado con mucha más presencia que la encuadernación de tapa blanda.

Este tipo de encuadernación, que puede ir cosido o encolado, se caracteriza por qué el lomo está pegado a la cubierta rígida de cartón, las caras interiores (guardas) son de papel y el lomo suele ser de tarlatana (parte interior que no se ve)

La tapa dura se puede forrar con infinidad de materiales, pieles, símiles piel, texturas, impresiones plastificadas brillo, mate, etc. Y realizar una estampación tanto en el plano como en el lomo en oro, plata, y diferentes colores, así como los metalizados. Dándole un valor añadido al acabado.

Actualmente, la tapa dura se utiliza en la publicación de cuentos, novelas, libros de recetas, biografías, de referencia o consulta, libros de gran formato (Coffee Table Book) o monografías.

En definitiva, el tipo de encuadernación a elegir dependerá mucho del libro y de tus gustos. Consulta en nuestros centros de impresión cuál es el que mejor se adapta a tu proyecto. Como profesionales en la materia, siempre te podremos asesorar y orientar al respecto.