Los sistemas de impresión más fiables y consolidados son el offset y el digital. El primero se apoya en principios químicos y físicos, mientras que el segundo se centra en una carga eléctrica. Pero, si quieres conocer a fondo sus diferencias, revisa este artículo.
En qué consiste la impresión offset
Este sistema, derivado de la litografía, es de impresión indirecta, ya que la imagen pasa de la plancha inicial a otra de caucho antes de llegar al papel. Gracias a este proceso, es posible imprimir sobre texturas irregulares.
Por otro lado, utiliza los cuatro colores CMYK: cian, magenta, amarillo y negro. Cada uno dispone de su propia plancha. Si combinamos de la forma adecuada estas tintas, podemos obtener una ingente gama de tonalidades, a excepción de las metálicas y las fluorescentes.
Aspectos positivos de la impresión offset
Varios son los beneficios que nos aporta este sistema de impresión. De hecho, ha sido el procedimiento por excelencia hasta hace unos años, cuando se consolidó la imprenta digital.
Estas son sus principales ventajas:
- Consigue una reproducción exacta y fidedigna sobre el papel.
- Sirve para todas las medidas y clases de papeles.
- Es un sistema económico cuando se trata de tiradas grandes y medianas.
- Garantiza un estricto y preciso control de los colores.
- Se puede combinar con tintas y recursos especiales, por ejemplo, metálicas, fluorescentes o UVI.
- Su calidad y nitidez son excelentes.
En cuanto a sus debilidades, ten en cuenta que no permite personalizar la impresión, porque cada imagen requiere de cuatro planchas distintas, y el coste que se generaría no es asumible. Además, se necesita algo más de tiempo que los sistemas digitales.
Por qué imprimir en offset
Existen algunos criterios y factores que animan a utilizar este sistema. Sin duda, el principal es la calidad. Cuando necesitas una reproducción completamente fiable de los colores y las imágenes, es la elección natural. Asimismo, en trabajos minuciosos que precisan un seguimiento continuado es la alternativa idónea.
Aunque no es tan rápido como el print digital, se trata de un sistema ágil, fiable y muy polivalente, pues se puede aplicar a la mayoría de los soportes y exigencias. También las variedades del papel son mucho más amplias y sofisticadas: estucados, cartulinas, texturizados, verjurados…
Qué se puede imprimir en offset
Te presentamos a continuación una enumeración de referencia para saber qué tipo de documentos y proyectos son apropiados para la impresión en offset.
- Catálogos de arte y álbumes fotográficos. Cuando necesitas impresos de óptima calidad visual, es la mejor alternativa.
- Tiradas medias y largas. Habitualmente, es un sistema más económico cuando tienes que hacer más copias.
- Soportes diferenciales. Si quieres imprimir sobre texturas o papeles distintivos, siempre te aportará más posibilidades.
Así, entre los documentos en offset más habituales figuran:
- Revistas de divulgación o comerciales.
- Catálogos de marketing.
- Manuales de identidad corporativa.
- Difusoras, desplegables y otros folletos.
- Soportes de packaging y embalajes.
- Papelería de empresa (cartas, sobres, carpetas, facturas, tarjetas, talonarios…).
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