La digitalización de exámenes es indispensable en el mundo moderno. Las universidades son las instituciones educativas más beneficiadas con todo este proceso, pero solo si consiguen crear una buena plataforma que respalde este formato. Ofrecer una formación superior de calidad puede resultar realmente complejo, pero contar con los exámenes en forma digital permitirá allanar el camino.

Beneficios al servicio de la educación

Las universidades deberían aspirar a brindar la mejor educación posible. Hasta hace unos años, solo existía la posibilidad de realizar exámenes presenciales, los cuales, como sabes, obligan a congregar a los alumnos en un único lugar. Sin embargo, en la actualidad, tienes la opción de digitalizar todo el proceso, con lo que logras simplificarlo sin perder ni un ápice de calidad. Estos son las principales ventajas:

Rapidez en las correcciones. Uno de los mayores problemas, tanto para profesores como alumnos, es la corrección de las pruebas escritas. Quienes enseñan tienen que hacer frente, como mínimo, a varias decenas, de documentos que tienen que leer y revisar. Esto es casi uno odisea, sobre todo cuando no entiendes la letra. Así, con un examen digitalizado se tardará menos en puntuar, no habrá problemas de comprensión y los alumnos recibirán su nota en poco tiempo.

Pérdida de exámenes. Extraviar una prueba es algo muy grave, ya que el alumno en cuestión suspenderá en el acto y el profesor quedará con su reputación manchada. Esto no ocurre con la digitalización de documentos, la cual permite guardarlos en la nube o copiarlos en varios dispositivos.

Facilidades para la conservación. Lo normal es que los exámenes se destruyan al finalizar cada evaluación, ya que el profesorado comprende que son inútiles y ocupan demasiado espacio. Sin embargo, un documento digital apenas pesa unos pocos bits y, al no eliminarlo, los alumnos podrán revisarlo siempre que quieran. Así, podrán comprender mejor los fallos que han cometido y mejorar de cara al futuro.

Cifrado de los documentos. Una de las pegas que podrías poner a los exámenes digitales es la facilidad para transmitirlos o para copiar. Sin embargo, al encriptar los documentos, no podrán reproducirse.

Además, con un sencillo temporizador, ningún alumno se atreverá a perder el tiempo buscando las preguntas en sus apuntes. Si el examen dura dos horas, una vez terminado este tiempo el archivo se cierra y se evaluará lo que aparezca escrito, ni más ni menos.

En definitiva, la digitalización de exámenes presenta todas estas ventajas. La educación necesita actualizarse para ofrecer mejores soluciones y no podemos despreciar la ayuda del entorno virtual. De esta forma, tanto estudiantes como profesores saldrán ganando, ya que estaremos facilitando el trabajo de ambos. El resultado final será una mejora significativa y un aumento del rendimiento académico.